Cuando hacerse una revisión de la próstata
La revisión prostática es una de las herramientas más importantes para la detección temprana de enfermedades como la hiperplasia benigna de próstata y, sobre todo, el cáncer de próstata. Realizar controles periódicos permite identificar problemas a tiempo y garantizar un tratamiento más eficaz. A continuación, te explicamos cuándo debes hacerte estas pruebas. 18 Noviembre 2025 | UrologíaImportancia de la prevención del cáncer de próstata
El cáncer de próstata es uno de los tumores más frecuentes en hombres, especialmente a partir de los 50 años. La detección temprana aumenta de forma significativa las probabilidades de curación, ya que muchos casos no presentan síntomas en fases iniciales. La prevención se basa en dos pilares fundamentales:
- Revisiones periódicas, incluso sin síntomas.
- Identificación temprana de factores de riesgo, como antecedentes familiares, edad avanzada u origen étnico.
Gracias a los chequeos preventivos, es posible descubrir alteraciones antes de que se vuelvan graves o sintomáticas, lo que permite tratamientos menos invasivos y con mejores resultados.
Métodos más comunes en la revisión prostática

La revisión de la próstata es fundamental para detectar a tiempo enfermedades como la hiperplasia benigna, infecciones o el cáncer de próstata. Para evaluar su estado, los profesionales utilizan diversas pruebas que pueden combinarse en función de la edad del paciente, sus antecedentes y los resultados iniciales.
A continuación, se detallan los métodos más habituales:
1. Análisis de PSA (Antígeno Prostático Específico)
El análisis de PSA es una prueba de sangre que mide la concentración de esta proteína producida por la glándula prostática. Aunque es normal que el PSA aumente ligeramente con la edad, niveles elevados pueden indicar inflamación (prostatitis), aumento benigno del tamaño (HBP) o, en algunos casos, cáncer de próstata.
Es una prueba sencilla, rápida, no invasiva y muy utilizada como herramienta de detección precoz. Sin embargo, no es diagnóstica por sí sola, por lo que sus resultados deben interpretarse junto con otros exámenes.
2. Tacto rectal
El tacto rectal permite al especialista evaluar directamente el tamaño, la forma y la consistencia de la glándula prostática. A través de esta exploración física, el médico puede detectar nódulos, endurecimientos o irregularidades que podrían sugerir una patología.
Aunque pueda generar incomodidad o pudor, es un procedimiento rápido, indoloro y altamente valioso para una evaluación inicial precisa.
3. Ecografía prostática
La ecografía puede realizarse de dos formas:
Vía abdominal: se realiza sobre la parte baja del abdomen y permite una visión general de la próstata y la vejiga.
Vía trans-rectal: ofrece imágenes más detalladas y precisas, ya que la sonda se acerca directamente a la glándula.
Este método es muy útil cuando se necesita un estudio más completo, especialmente si el PSA está elevado o si se detectan irregularidades en el tacto rectal. También puede guiar procedimientos como la biopsia.
4. Biopsia prostática
La biopsia es el método definitivo para confirmar o descartar un cáncer de próstata. Consiste en tomar pequeñas muestras de tejido prostático, habitualmente guiadas por ecografía transrectal, para analizarlas en el laboratorio.
Solo se realiza cuando otras pruebas —como el PSA, la ecografía o el tacto rectal— sugieren una posible lesión sospechosa. Aunque es un procedimiento más invasivo, proporciona la información más precisa sobre la presencia o ausencia de células malignas.
Síntomas de alarma que no debes ignorar
Aunque el cáncer de próstata puede no presentar señales tempranas, ciertos síntomas pueden indicar problemas prostáticos y requieren consulta médica:
- Dificultad para iniciar o mantener el flujo de orina.
- Necesidad de orinar con mucha frecuencia, especialmente por la noche.
- Dolor o ardor al orinar.
- Sangre en la orina o en el semen.
- Dolor persistente en la parte baja de la espalda, pelvis o caderas.
- Eyaculación dolorosa.
Cualquier cambio urinario o genital debe ser evaluado, incluso si es leve o aparece de forma intermitente.
Recomendaciones por edad
- A partir de los 45 años:
Se recomienda realizar una primera revisión, especialmente si existen antecedentes familiares de cáncer de próstata. - A partir de los 50 años (sin factores de riesgo):
Es aconsejable hacerse un chequeo anual o según la indicación del especialista. - A partir de los 40 años (alto riesgo):
Hombres con familiares directos diagnosticados antes de los 65 años o de origen afrodescendiente deben iniciar los controles antes. - En cualquier edad:
Si aparecen síntomas urinarios o cambios anormales, es importante consultar sin esperar a cumplir una edad específica.
Autor
Delia Sánchez
Comunicadora social y periodista con más de 15 años de experiencia en periodismo y webs médicas especializadas. Una de mis especialidades es escribir contenido médico de alto valor para nuestros lectores.
Creación: 18 Noviembre 2025


