El herpes genital es una infección de transmisión sexual (ITS) muy común, causada por el virus del herpes simple (VHS). Afecta a la piel y las mucosas de los genitales y puede contagiarse por contacto piel con piel, principalmente durante las relaciones sexuales. Una vez que el virus entra en el cuerpo, permanece latente, lo que significa que puede reactivarse y causar brotes recurrentes.
El contagio se produce por el contacto directo con las llagas, erupciones, o incluso la piel de una persona infectada, aunque no haya síntomas visibles.
Existen dos tipos de virus del herpes simple:
VHS-1: Suele causar el herpes labial, pero también puede transmitirse a los genitales a través del sexo oral.
VHS-2: Es la causa más común del herpes genitaly se transmite a través del contacto sexual.
Te puedes contagiar por:
Tener relaciones sexuales vaginales, anales u orales sin protección.
El contacto directo con una llaga de herpes.
La saliva o las secreciones genitales de una persona infectada.
Es importante recordar que el contagio es posible incluso cuando no hay un brote activo, ya que el virus puede estar presente en la piel sin causar síntomas.
Síntomas del herpes genital y sus fases
Muchas personas no experimentan síntomas o estos son muy leves y pasan desapercibidos. Cuando sí se manifiestan, suelen aparecer entre 2 y 12 días después del contagio.
Los síntomas más comunes de un brote inicial pueden ser similares a los de una gripe:
Fiebre y dolor de cabeza.
Dolores musculares en la zona lumbar, glúteos y piernas.
Ganglios linfáticos inflamados en la ingle.
Los síntomas genitales siguen un ciclo de varias fases:
Fase de pródromo: Se siente un hormigueo, picor o dolor en la zona donde aparecerán las llagas. En esta fase, ya puedes ser contagioso.
Aparición de las lesiones: La piel se enrojece y aparecen pequeñas ampollas, dolorosas y llenas de líquido, en los genitales, el ano, los muslos o las nalgas.
Ruptura y ulceración: Las ampollas se rompen y se convierten en llagas abiertas y muy dolorosas. El virus es más contagioso en esta etapa.
Formación de costras y curación: Las úlceras se secan, forman costras y se curan lentamente en el transcurso de una semana o más.
Aunque el herpes es una infección de por vida, los brotes recurrentes suelen ser menos frecuentes y menos intensos con el paso del tiempo.
Diagnóstico y tratamiento del herpes genital
El diagnóstico se realiza fácilmente cuando hay un brote activo, ya que las llagas son muy características. El médico puede confirmar la infección mediante:
Un cultivo de la lesión para identificar el virus.
Un análisis de sangre (serología) que detecta anticuerpos contra el virus.
No existe una cura para el herpes genital, pero el tratamiento con medicamentos antivirales ayuda a controlar la infección. Estos medicamentos sirven para:
Acelerar la curación de las llagas.
Aliviar los síntomas y el dolor.
Reducir la frecuencia y la intensidad de los brotes.
Disminuir el riesgo de transmitir el virus a otras personas.
Es fundamental iniciar el tratamiento tan pronto como aparezcan los primeros síntomas (pródromo) para que sea más efectivo. En casos de brotes muy frecuentes, el médico puede recomendar una terapia supresora diaria.
Prevención y complicaciones
Prevención
La manera más segura de evitar el contagio es abstenerse de tener relaciones sexuales. Si eres sexualmente activo, es crucial usar preservativos de látex de forma correcta durante las relaciones vaginales, anales y orales. Sin embargo, el preservativo no cubre todas las zonas de la piel, por lo que el riesgo de contagio no se elimina por completo.
Es fundamental evitar el contacto sexual desde los primeros síntomas de un brote hasta que las llagas hayan sanado por completo.
Complicaciones
Si no se controla, el herpes genital puede llevar a diversas complicaciones:
Mayor riesgo de contraer otras ITS, incluido el VIH.
Infección del recién nacido durante el parto.
Inflamación del cerebro (encefalitis) o de los órganos internos, aunque son complicaciones muy raras.
Dolor y estigma emocional que afectan la vida sexual y personal.
Información detallada
Parte del cuerpo afectada: Boca, piel o genitales.
Fármaco indicado: Antivirales.
Posibles complicaciones: Llagas en los genitales dolorosas, aborto espontáneo, parto prematuro, etc.
Posible tratamiento: Antivirales.
Terapia preventiva: No hay vacuna o medicación para evitar el contagio.
Factores de riesgo: Relaciones sexuales sin protección y tener sexo con un brote.
Evitar la reaparición: Por el momento no hay cura.
Síntomas: Ampollas o llagas, dolor muscular, fiebre, picor, dificultad al orinar, etc.
Documento en PDF con información sobre el Herpes genital.
Autor y colaboradores
Eva Sánchez
Asesora en educación sexual y salud integral de la mujer, Autor
Asesora en educación sexual y salud integral de la mujer, comunicadora social y periodista con más de 10 años de experiencia en periodismo y webs médicas especializadas. Una de mis especialidades es escribir contenido médico de alto valor para nuestros lectores.
Creación: 31 Enero 2019 Actualización: 19 Agosto 2025
Delia Sánchez
Comunicadora social, Colaborador
Comunicadora social y periodista con más de 15 años de experiencia en periodismo y webs médicas especializadas. Una de mis especialidades es escribir contenido médico de alto valor para nuestros lectores.
Creación: 31 Enero 2019 Actualización: 19 Agosto 2025