Mariano Rajoy baraja no aprobar la reforma del aborto
El Gobierno sigue enredado con la reforma del aborto. A Rajoy las cuentas no le salen, el masivo rechazo a la reforma y la cercanía del periodo electoral le frenan. Gallardón presiona, es su reforma estrella. 16 Septiembre 2014 | AbortoEl proyecto más ambicioso del Ministro Gallardón, su reforma de la ley de aborto, parece que no verá la luz. Según fuentes de la cúpula del partido popular “no existe consenso en torno a este proyecto y si no se logra un acuerdo, cosa que parece muy difícil, la ley no se aprueba y en paz”.
En los próximos días Mariano Rajoy tendrá que decidir entre dejar olvidada la reforma, sin llevarla si quiera al Consejo de Ministros o por el contrario, que sea aprobada por el Gobierno pero dejarla morir en su tramitación parlamentaria. Gallardón presiona para que el Consejo de Ministros le dé el visto bueno, según fuentes del Ministerio de Justicia la reforma sigue adelante y continúan buscando el máximo consenso posible. Algo difícil para una norma que cuenta con la oposición de la mayoría de los partidos.
Sea como fuere, el brutal retroceso en derechos que supone el texto de la reforma planteada parece que tendrá un recorrido corto, o eso esperamos. Si fuera así el masivo rechazo social suscitado tendría su recompensa logrando echar para atrás una ley que, de ser aprobada, nos haría retroceder más de treinta años con un recorte en un derecho fundamental para las mujeres como es su autonomía reproductiva, el derecho a decidir sobre si quiere o no ser madre.
Ha sido el inmenso rechazo social y la perspectiva de perder aún más votos por este tema, lo que ha provocado que al PP no le salgan las cuentas ante el próximo año electoral que se presenta. Muchos dirigentes municipales y regionales han visto como lareforma del aborto les planteaba un enorme problema ante su próxima cita electoral. La repulsa a la norma ha venido desde distintos y amplios sectores de la ciudadanía, sobre todo desde el Movimiento Feminista que ha mantenido una presión constante en cuanto al discurso contra la ley, en movilizaciones y agitación social que han sido fundamentales para visibilizar el profundo retroceso que supondría aprobar una reforma tan restrictiva en derechos para las mujeres. En un momento en el que el aborto no sólo no supone un problema para la ciudanía sino que, con la actual ley del aborto del 2010, el número de abortos ha disminuido por primera vez.
Pero también se han manifestado en contra de la reforma numerosas organizaciones y asociaciones médicas: de ginecología y obstetricia, de diagnóstico prenatal, de psiquiatría y salud mental o de enfermeras y matronas (por citar algunas). Sociedades científicas como la Sociedad Española de Contracepción, la Sociedad Médica Colegial o la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, además de organizaciones sociales internacionales como Médicos del Mundo o Amnistía Internacional. Por último dentro del arco parlamentario, el PP se ha visto muy solo frente al resto de partidos que han criticado la norma por una u otra razón.
Todo este panorama de rechazo y, no lo olvidemos, la cercanía de la cita electoral y el profundo desgaste que arrastra el gobierno. Han provocado que se piense muy mucho el coste de aprobar una reforma que solo contenta a un sector muy minoritario socialmente y que se encuentre muy alejado de la mayoría ciudadana como son los votantes ultraconservadores del Partido Popular.
A pesar de la evidente y manifiesta repulsa generada por el anteproyecto de reforma del aborto. El Gobierno ha mantenido a lo largo de todo este tiempo mensajes muy contradictorios, que denotan una falta de responsabilidad hacia un tema de extrema importancia para la salud pública, la autonomía de las mujeres y su derecho a decidir. Por un lado anunciaron que se presentaría en diciembre de 2013, luego se retrasó a principios de 2014 y se estuvo especulando si se sacaría en el segundo trimestre. Pasado el tiempo sin que se aprobara, Gallardón volvió anunciar que se vería la luz antes del verano, seguramente en Septiembre, y ahora, se insinúa que la ley finalmente no se aprobará.
Todos estos vaivenes en el proceso abierto en torno a la tramitación o no de la reforma del aborto, denota la absoluta falta de sensibilidad y responsabilidad del Gobierno del Partido Popular en políticas esenciales de salud pública que tan directamente impactan sobre la ciudadanía. Pero también que no se puede legislar a espaldas del sentir social que ha venido manifestando una y otra vez de forma clara y contundente que, en el caso del aborto, no piensa retroceder en un derecho adquirido fundamental para la autonomía y del derecho a decidir de las mujeres.
Con su retirada, miles de mujeres que anualmente se enfrentan la decisión de interrumpir un embarazo no deseado lo podrán seguir haciendo de forma legal y segura con todas las garantías.
¡Gallardón tu reforma NO!
Autor
Delia Sánchez
Comunicadora social y periodista con más de 15 años de experiencia en periodismo y webs médicas especializadas. Una de mis especialidades es escribir contenido médico de alto valor para nuestros lectores.
Creación: 16 Septiembre 2014 Actualización: 14 Agosto 2024