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Hiperplasia benigna de próstata

Hiperplasia benigna de próstata

La hiperplasia benigna de próstata se caracteriza por el aumento del tamaño de la próstata, sin tener relación con el cáncer de próstata.

¿Qué es la hiperplasia benigna de próstata?

La hiperplasia benigna de próstata es un aumento de tamaño de la próstata, no canceroso. 

A medida que la próstata aumenta, ejerce presión sobre la uretra causando:

  • Disminución del flujo urinario.
  • Problemas para iniciar la micción.
  • Ganas frecuentes de orinar
  • Goteo al terminar de orinar, etc.

En muchos casos, la hiperplasia benigna de próstata no evoluciona y solo causa pequeñas molestias pero en otros casos tiene consecuencias importantes sobre la calidad de vida del hombre.

La mayoría de los hombres tienen un crecimiento continuo de la próstata a lo largo de la vida. Pero no queda muy claro qué provoca el agrandamiento de la próstata.

Síntomas de la hiperplasia benigna de próstata

En la hiperplasia benigna de próstata tiene dos grandes tipos de síntomas:

  • Síntomas de vaciado: chorro fino al orinar, dificultad para iniciar la micción, chorro intermitente, vaciado incompleto de la vejiga, etc.
  • Síntomas de llenado: dolor abdominal, incontinencia, aumento del número de micciones durante el día, aumento de la frecuencia en la micción nocturna, sensación de no poder contener la orina, necesidad de orinar lo imperiosa de orinar, etc.

Los síntomas menos frecuentes son infección urinaria, imposibilidad de orinar, sangre en la orina, etc.

Diagnóstico de la hiperplasia benigna de próstata

El diagnóstico de una hiperplasia benigna de próstata requiere un detallado historial médico, de una exploración física, un tacto rectal y una valoración de los síntomas.

Algunas de las pruebas de laboratorio que se pueden solicitar son:

  • Análisis de sangre: se busca el antígeno prostático que es una proteína producida por las células de la próstata.
  • Urianálisis: para descartar infección del tracto urinario
  • Cultivo de orina.
  • Ultrasonidos.
  • Cistoscopia.
  • Estudios del flujo y de la presión del chorro urinario.
  • Biopsia prostática, etc.

Tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata

El tratamiento a elegir en la hiperplasia benigna de próstata depende de la intensidad de los síntomas, cómo afecta a la calidad de vida, riesgo de retenciones agudas de orina y la presencia de complicaciones.

  • Si los síntomas son leves con una serie de recomendaciones puede ser suficiente: no consumir alcohol ni cafeína, no beber gran cantidad de líquido de una sola vez, repartir la ingesta de líquidos a lo largo del día, intentar vaciar la vejiga al máximo durante la micción, evitar el sedentarismo, etc.
  • Fármacos: bloqueadores alfa-adrenérgicos (reducen el tono de la musculatura del cuello de la vejiga y de la próstata, mejorando los síntomas y el flujo urinario), inhibidores de la 5-alfa-reductasa (bloquean una enzima que permite el paso de la testosterona a dihidrotestosterona, que es la hormona que produce el crecimiento de la próstata) y los antimuscarínicos e inhibidores de la fosfodiesterasa-5.
  • Quirúrgicos: cuando hay complicaciones de la hiperplasia benigna de próstata y no hay respuesta en el tratamiento farmacológico, se aconseja tratamiento quirúrgico. Los tipos de cirugía pueden ser:
    • Ablación o vaporización prostática: es la vaporización del tejido prostático obstructivo mediante el empleo de un láser.
    • Resección transuretral de próstata: se usa en la uretra un rectoscopio y usando corriente eléctrica se hacen varios cortes en la próstata, extirpando el tejido prostático que causa la    obstrucción.
    • Adenomectomía prostática abierta: es cuando la próstata es demasiado grande para poder ser extirpada a través de la uretra. Se hace una incisión en la pared abdominal hasta el pubis para extirpar el crecimiento prostático. No se extirpa toda la próstata, sino el adenoma.
    • Enucleación prostática mediante Láser de Holmium: se introduce un rectoscopio en la uretra y usando la energía del láser, se separa el adenoma prostático de la cápsula que lo rodea, tritura el tejido prostático y lo extrae a través de la uretra.
    •  Liberación Uretral: consiste en la introducción del dispositivo por la uretra con ayuda de un endoscopio para colocar entre 2 y 4 implantes a ambos lados del conducto uretral, apartando el tejido prostático y liberando el conducto.
 

Autor

Delia Delia

Delia Sánchez

Comunicadora social y periodista con más de 15 años de experiencia en periodismo y webs médicas especializadas. Una de mis especialidades es escribir contenido médico de alto valor para nuestros lectores.

Creación: 4 Octubre 2019 Actualización: 22 Febrero 2024

 
 

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