¿Qué hacer, qué decir si descubro que mi hijo consume porno?
Señalamos 3 cuestiones básicas a tener en cuenta a la hora de abordar el tema de la pornografía con nuestros hijos e hijas. 14 Octubre 2021 | Educación sexualSegún la Agencia Española de Protección de Datos, la edad media en la que los niños acceden al porno es a los 8 años y a los 14 hacen un uso generalizado de estos contenidos.
En relación la pornografía es importante recordar que la curiosidad sobre el sexo y las relaciones sexuales son normales en las diferentes etapas del desarrollo. Sin embargo, debemos cuestionar y aclarar que la pornografía no es una buena fuente educativa sobre la sexualidad, por tener una visión sesgada y machista del sexo.
Por todo ello es necesario tratar algunas cuestiones básicas con nuestros hijos e hijas de forma que aborden los contenidos de la pornografía desde una visión crítica que no les lleve a identificar el porno con la realidad. A continuación señalamos algunas:
Los contenidos del porno son pura ficción
Siempre es necesario aclarar que los contenidos del porno son ficción, están representados por actores y actrices que muestran situaciones irreales e inventadas. Al igual que no nos creemos las películas de superhéroes, el porno no es creíble y no debe considerarse fuente de educación.
La representación de los cuerpos, tamaños y formas
Como toda ficción la representación que se hace en el porno de los cuerpos y genitales, tanto masculinos como femeninos, están muy estereotipados. Hombres fuertes y atléticos con penes grandes y vigorosos, mujeres con enormes pechos y culos, siempre dispuestas a la penetración, son representaciones que no se corresponden con la realidad.
Hablar sobre estos estereotipos con nuestros hijos e hijas y plantear el problema que puede suponer normalizar estos modelos irreales para su autoestima y percepción corporal es muy necesario. También confrontar estas imágenes con la importancia de la diversidad de cuerpos, de formas de pene, de vulvas, de pecho, etc.
La mirada masculina y el trato que reciben las mujeres
El porno, históricamente consumido por y para hombres, ficciona una visión del sexo desde una mirada muy masculina y machista donde el placer de la mujer queda relegado al servicio del placer masculino.
El porno más popular es básicamente hetero y reproduce estereotipos y prejuicios machistas que se nutren de una sexualidad patriarcal donde se erotizan situaciones de poder y sumisión violentas, fantasías irrealizables, sexo sin condón, etc., todas enfocadas siempre al deseo del hombre donde la mujer es un mero objeto sexual.
Frente a estos contenidos resulta imprescindibles hablarles sobre el consentimiento en las relaciones sexuales, la comunicación y el placer mutuo con la pareja. La erótica de los buenos tratos y del sexo responsable.
Por último no es útil el castillo y el reproche si descubrimos a nuestros hijos e hijas consumiendo pornografía. Es un buen momento para entablar una buena conversación destacando que, si decide verlo, no olvide que la realidad es muy diferente, más divertida, enriquecedora y satisfactoria.
El porno puede servir para excitarnos pero nunca para educarnos.
Autor
Delia Sánchez
Comunicadora social y periodista con más de 15 años de experiencia en periodismo y webs médicas especializadas. Una de mis especialidades es escribir contenido médico de alto valor para nuestros lectores.
Creación: 14 Octubre 2021 Actualización: 7 Agosto 2024