Enfermedades urológicas

¿Qué son las enfermedades urológicas?

Las enfermedades urológicas son un conjunto de patologías que afectan al sistema urinario en hombres y mujeres (riñones, uréteres, vejiga y uretra), así como al aparato reproductor masculino.

Algunas de estas afecciones son frecuentes y tienen tratamiento sencillo, mientras que otras, como la disfunción sexual o la infertilidad masculina, requieren una valoración más completa por parte de un urólogo.

Enfermedades urológicas más comunes

Existen distintos trastornos urológicos que pueden afectar tanto a hombres como a mujeres. Entre los más habituales encontramos:

• Infecciones urinarias: Las infecciones del tracto urinario(ITU) pueden presentarse en la vejiga, los riñones, los uréteres o la uretra. Son una de las consultas más frecuentes en urología y pueden causar dolor, escozor al orinar y urgencia miccional.
• Uretritis: La uretritis es la inflamación e irritación de la uretra, el conducto que transporta la orina hacia el exterior. Suele estar causada por una infección de transmisión sexual, aunque también puede aparecer tras el uso de sondas urinarias.
• Incontinencia urinaria: La falta de control de la vejiga, también conocida como incontinencia urinaria, es la pérdida involuntaria de orina. Puede presentarse en diferentes grados y afectar de manera importante a la calidad de vida.
• Hematuria: La hematuria es la presencia de sangre en la orina. Puede ser microscópica (cuando la cantidad es mínima y solo se detecta en análisis) o macroscópica (visible a simple vista). Su aparición debe ser evaluada por un especialista, ya que puede indicar una enfermedad del aparato urinario.
• Cistitis intersticial: La cistitis intersticial es un problema crónico de la vejiga que provoca dolor, presión y sensación de ardor. Esta inflamación puede generar cicatrices en la pared vesical y reducir la capacidad de retener orina.
• Cálculos renales: Los cálculos renales (también conocidos como piedras en el riñón) son acumulaciones sólidas de minerales que se forman en los riñones o en los uréteres. Cuando no se tratan, pueden bloquear el flujo de orina y provocar complicaciones como infecciones recurrentes o daños renales.