Se debe apostar por una educación sexual libre

Se está luchando por cambiar ideas rígidas, normas y creencias tradicionales que tienen mucha influencia sobre los adolescentes, lo que se suma además a aspectos familiares y situaciones de violencia.

Cuando un adolescente está expuesto a factores de riesgo, en un ambiente de conflictos y tensiones, tiene consecuencias negativas en su salud física y mental, afectando a su desarrollo, salud sexual, reproductiva y mental.

Se está apostando por una salud sexual y reproductiva placentera y digna, que se ejerza de manera autónoma, es decir, que exista la capacidad de tomar decisiones sobre el propio cuerpo y elegir libremente con quién y cómo hacerlo.

La educación sexual integral ofrece conocimientos basados en evidencias científicas, que fomentan habilidades de análisis y fortalecen la capacidad para mejorar la toma de decisiones.

Los adolescente han escuchado de algún método anticonceptivo y no todos tienen conocimientos correctos, por ejemplo, sobre el número de veces que se puede usar un condón, saber que protege de embarazos y enfermedades de transmisión sexual, pero muchos no lo emplean en las relaciones sexuales.

Durante la adolescencia hay una presión social respecto al comportamiento sexual por parte de sus padres y de las creencias socioculturales que hay en la familia que influyen de manera negativa en las conductas sexuales.

Es importante empezar a cuestionar los estereotipos de género, acceder a servicios de salud sexual, desde casa y la escuela, comenzar a cambiar los estigmas e ideas inflexibles sobre el ejercicio de la sexualidad, y que los padres tengan un acercamiento con los hijos.
 

Autor

Eva Sánchez

Asesora en educación sexual y salud integral de la mujer, comunicadora social y periodista con más de 10 años de experiencia en periodismo y webs médicas especializadas. Una de mis especialidades es escribir contenido médico de alto valor para nuestros lectores.

Creación: 4 Diciembre 2024 Actualización: 5 Diciembre 2024